Te damos 5 razones para empezar un huerto urbano en casa
Una de las formas más eficientes de contribuir a mejorar nuestro ambiente, y por lo tanto, nuestra sociedad es la implementación de un huerto casero. Si aún no te animas a instalarlo, te compartimos algunos beneficios que te convencerán para que lo inicies hoy:
1. Nos reconecta con la naturaleza.
Una de las desventajas de vivir en una ciudad es que tenemos poco contacto con la naturaleza, dado que las grandes infraestructuras dejan de lado los espacios verdes. Tener un huerto en casa es una forma de reconectarnos con nuestro lado natural sin tener que viajar grandes distancias.
2. Muestra el verdadero valor de lo que comemos.
No es lo mismo comprar una zanahoria en el supermercado, que sembrar una semilla y tener que esperar cinco meses para poder cosecharla, su valor intrínseco cambia. Tener un huerto urbano nos ayuda a ver lo difícil que puede ser, en algunas ocasiones, el crecimiento de ciertas hortalizas, también nos ayuda a reflexionar sobre el desperdicio de alimentos y a tratar de disminuirlo en casa.
3. Fomenta el compromiso y la resiliencia.
Nuestra sociedad necesita urgentemente el reforzamiento de valores significativos y los huertos promueven particularmente dos de ellos: El compromiso, que se fortalece cuando asumimos la responsabilidad de regar, podar, controlar los diferentes tipos de plagas en las plantas y hacer todas las actividades que el huerto en casa exige y la resiliencia que se estimula al enfrentarnos a situaciones inesperadas, por ejemplo, la muerte o enfermedad de nuestras plantas, y que debemos enfrentar, asumir y recuperarnos para florecer de nuevo nuestro huerto.
4. Nos ayuda a valorar el trabajo de los agricultores.
El trabajo de miles de agricultores en nuestro país casi nunca es reconocido con la importancia que merece. Su trabajo es de suma importancia para todas las personas y cuando tenemos un huerto en casa podemos visibilizar a pequeña escala lo que ellos realizan: trabajo al sol, jornadas largas, cuidado de plantas para que crezcan adecuadamente, etc.
5. Reflexión sobre nuestra alimentación.
Las obligaciones y el estrés de nuestra vida cotidiana en la ciudad nos orilla, en muchas ocasiones, a tener una mala alimentación, tampoco nos preguntamos de dónde vienen los alimentos que consumimos. Dedicar algunos minutos diarios a cuidar nuestro propio huerto nos lleva a reflexionar sobre nuestra alimentación y mejorarla.