Conflictos por el agua: un breve análisis crítico

Cada vez es más evidente la acaparación del agua por los grupos poderosos a nivel mundial. Apoyados por las políticas neoliberales, las empresas, gobiernos, mineras y agronegocios acaparan y despojan de recursos hídricos a comunidades indígenas en toda América Latina. Los flujos de agua no son naturales como la concepción del ciclo hidrológico lo ha enmarcado siempre, sino que se dirigen hacia donde existe más poder y donde hay más recursos económicos. Los contados dueños del agua se han encargado de convertir el vital líquido en un producto mercantil que genera ganancias inmediatas y no en un bien común de la sociedad y de la salud de las personas a largo plazo. Esto ocasiona una creciente cantidad de conflictos debidos al agua, en donde los pobladores luchan por el despojo y acumulación de unos cuantos, pocas veces estos conflictos son de divulgación internacional.

Para entender el concepto de injusticia del agua, debemos centrarnos en cómo a través de iniciativas y reformas legales algunos actores poderosos se apropian del agua de ciertos lugares en específico; esto genera los antes mencionados conflictos que se dan entre grandes empresas o grupos económicamente fortalecidos y personas organizadas y/o comunidades indígenas, aunque también existen choques entre los propios grupos despojados, quienes llegan a enfrentamientos por el sobrante de agua.

En modelo neoliberal en el que se profesa que cada individuo es libre de tomar sus propias decisiones, un recurso tan importante como el agua más pronto que tarde debe entrar al juego, o como se conoce de manera legal: entrar en el mercado. El agua debe ser mercadeable y transferible para poder utilizarse de una manera económicamente eficiente, es decir, que sus flujos no sólo arrastren moléculas de H2O, sino también cantidades de dinero importantes y aprovechables para algunos sectores. Para ello, el sistema requiere tener el control político del agua y mantener una burocracia hídrica, de esta manera, el despojo será siempre dentro de un marco legislativo justificado. 

El manejo de agua empleado por sociedades indígenas marginadas y/o rurales es enmarcado dentro de un sistema de gestión que favorece a los actores neoliberales, incluyendo al propio Estado, quien en muchas ocasiones, otorga el poder del agua a empresas privadas para “mejorar la gestión” o “incrementar la eficiencia”. Paradójicamente, estos grupos poderosos son los que frecuentemente escapan de las regulaciones estatales.

Foto por ashishkumar2287, disponible en Morguefile.com

Las inversiones en infraestructura de los recursos hídricos son también un tema de análisis, pues estas favorecen en la mayoría de los casos a intereses particulares. Una de las consecuencias de este hecho es la distribución injusta de los recursos, lo cual ha generado en Latinoamérica, y en todo el mundo, la investigación y acción sobre Justicia Hídrica, que tiene como objetivo “contribuir a la justicia del agua en forma de políticas hídricas democráticas y prácticas de desarrollo sostenible que apoyen una distribución equitativa del agua”.

Respecto a las luchas que generan los conflictos por el agua, se debe entender como un problema multifactorial, pues éste va más allá de la disputa por el recurso per se. El análisis destaca los derechos de agua como relaciones sociales de poder y que los discursos que justifican la distribución (injusta), constan de cuatro niveles o escalones: 

  1. Conflicto sobre el acceso al recurso agua, y a la infraestructura, tecnologías y recursos económicos necesarios para mover el agua y acceder a ella. 
  2. Está relacionado con el contenido de las normas y las reglas que definen el modo en que el agua debe ser distribuida, incluyendo las normas operativas y político-administrativas.
  3. La cuestión de quién tiene la autoridad legítima para definir el mencionado contenido de las reglas, para tomar decisiones y para hacer valer sus derechos.
  4. La lucha por y entre los discursos para articular y defender las reclamaciones por el agua, las normas, reglas y las autoridades sobre el agua. 

Estos niveles de lucha por el agua están relacionados entre sí y se complementan, de tal modo que las luchas involucran cuestiones culturales y de identidad. 

Los temas de conflictos generados por la injusticia hídrica retoman puntos de crítica como las reglas, la autoridad y los discursos detrás de la gestión de los recursos.

A modo de conclusión, se puede decir que en una estructura neoliberal que propone la privatización de absolutamente todo, los recursos naturales en general y particularmente el agua, debido a su importancia, es un eslabón primordial para el mercado, quien delimita el modo de consumo y condiciona las decisiones que toman las personas. Esto trae consigo el despojo de los recursos hídricos para múltiples comunidades que históricamente han tenido su propio manejo del agua y, por ende, se generan conflictos que difícilmente pueden ganar los perjudicados, debido a que todas las estructuras de poder están creadas y condicionadas para que los sectores poderosos sean beneficiados.

Escrito por: Jair González, Especialista en Desarrollo Ambiental en Grupo PROMESA.