El Niño y La Niña, entendiendo los fenómenos climáticos

El Niño y La Niña son fenómenos climáticos naturales, recurrentes y cíclicos, capaces de alterar la temperatura de manera global e, inclusive, pueden causar efectos extremos en la atmósfera. 

Ambos fenómenos climáticos involucran al océano y a la atmósfera, pero de maneras opuestas. En un principio ocurre que la temperatura del océano, específicamente del Pacífico Ecuatorial Occidental, aumenta y los vientos alisios (los que se dan sobre el trópico) soplan de este a oeste, movilizando las corrientes de agua caliente superficiales al oeste del océano.  

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El fenómeno de El Niño ocurre cuando estos vientos se debilitan o invierten su dirección, dejando el agua más caliente de lo habitual, concentrándola en el centro del océano o llevándola hacia el este, hacia Suramérica. La temperatura de esta masa de agua transfiere bastante calor a la misma atmósfera, ocasionando climas cálidos y secos en el sur del planeta, mientras que en el norte su efecto se nota con un incremento en la humedad. 

En cuanto al fenómeno de La Niña, es lo opuesto al anterior, donde el clima húmedo y las lluvias afectan al sur del planeta y la sequía y el clima cálido se notan con mayor frecuencia en el norte. Esto se debe a que los vientos alisios se intensifican y generan que el agua fría suba a la superficie del mar en la zona ecuatorial del planeta, provocando temperaturas más bajas de lo habitual en el océano. 

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Los efectos de ambos fenómenos son muy variables, dependiendo del hemisferio en el que uno se encuentre se pueden vivir sequías, inundaciones, tormentas o hasta huracanes, pero la intensidad de estos es igual de variable. Lo importante es entonces aprender sobrellevar sus efectos y tomar las precauciones necesarias. 

Escrito por: Paula Trujillo Sánchez, comunicadora social y periodista. 


Fuentes: 

BBC: