En búsqueda de alternativas: el PHA y los bioplásticos de origen bacteriano

Los polímeros, más conocidos como plásticos, son un material que ha revolucionado la industria desde los años 50. Tan sólo en la década de los 2000 podíamos hablar de que se consumía un millón de bolsas plásticas por minuto en todo el mundo, y su producción tomaba el 5% de los derivados del petróleo. En el 2017 Greenpeace, por medio de una declaración de su coordinadora Silvia Gómez, aseguró que el 90% de los residuos que se encontraban en el océano y atentaban contra las especies eran plásticos.

Lo cierto es que esta es una problemática bastante discutida y que nos está llevando años resolver. Las toneladas de plástico desechado incorrectamente resultan abrumadoras y en ocasiones pareciera que la respuesta se encuentra muy lejana, mientras buscamos cómo desapegarnos del estilo de vida simple que nos permite este material.

Sin embargo, ya contamos con algunas alternativas y una de ellas es el polihidroxialcanoato o PHA, que básicamente se trata de un plástico creado por bacterias. Estos bioplásticos se pueden obtener de fuentes renovables, son completamente biodegradables y cumplen muchas características similares al plástico convencional, por lo cual es una muy buena opción para reemplazarlos, el gran reto hasta el momento ha sido bajar los costos de producción que siguen siendo muy altos.

Para producirlos se pueden emplear diversas especies de bacterias que se encargan de fermentar, degradar o simplificar ciertas sustancias; por ejemplo, en el caso de la bacteria Ralstonia eutropha, una de las bacterias capaces de sintetizar el PHA, se necesitan azúcares y ácidos grasos que en su composición química sean muy simples para que la bacteria logre fermentarlos y en sus células se almacene el PHA, alcanzando a producir hasta el 80% de su peso en seco.

Para lograr alcanzar la suficiente producción de bioplástico este proceso debe llevarse a niveles industriales, donde hablamos de millones de bacterias que fermentan las sustancias, luego pasan por un proceso en el que se extrae el PHA y por último se purifica para su utilización en la industria alimentaria, la medicina y la industria farmacéutica, entre otras. Con la suficiente materia prima y las condiciones correctas se está hablando de que es posible producir 50 mil toneladas por año de bioplástico.

Si bien son proyectos que resultan costosos, lo cierto es que cada vez se plantean nuevas alternativas para reemplazar los plásticos que utilizamos actualmente, las soluciones están en proceso, pero depende de cada persona los residuos que produce y cómo los maneja mientras eso ocurre.

Escrito por: Paula Trujillo Sánchez, comunicadora social y periodista.


Fuentes: 
Flores, C. E. (2009). Polímeros vs. Plásticos. Revista Electrónica Nº 14. Universidad Rafael Landivar, Guatemala: Facultad de Ingeniería. Recuperado de: https://fgsalazar.net/LANDIVAR/ING-PRIMERO/boletin14/URL_14_MEC01.pdf

Greenpeace Colombia. (2017). Quién tiene tienda, que atienda…pero sin bolsas plásticas. Recuperado: http://www.greenpeace.org/colombia/es/Noticias/Greenpeace-en-el-dia-internacional-sin-bolsas-de-plastico/

Gonzáles, Y., Meza, J. C., González, O. & Córdova, J. A. (2013). SÍNTESIS Y BIODEGRADACIÓN DE POLIHIDROXIALCANOATOS: PLÁSTICOS DE ORIGEN MICROBIANO. Universidad de Guadalajara. Guadalajara: Departamento de Madera, Celulosa y Papel, Universidad de Guadalajara.