En los últimos años, el plástico se convirtió en un material bastante común e imprescindible, alcanzando grandes tasas de producción en todo el mundo. Pero, como todo en exceso es malo, hoy en día los plásticos atentan contra la paz de la salud pública y ambiental.
Actualmente, los plásticos representan alrededor del 6% de las emisiones totales por uso del petróleo, no obstante, los cálculos de su producción para el 2050 indican que representarán hasta el 20% del petróleo usado en el planeta, contribuyendo de esta forma a empeorar la emergencia climática.
En necesario tener en cuenta que los productos plásticos continúan emitiendo gases de efecto invernadero como el metano o el etileno una vez que se hallan a la intemperie expuestos a la luz solar, por consiguiente, todavía ya desechados siguen contribuyendo a incrementar la temperatura del mundo. Son uno de los contaminantes más preocupantes, complicados y de difícil degradación.
Los microplásticos son partículas plásticas de tamaños menores a 5 milímetros, originados por la fragmentación o construcción directa de materiales de uso industrial y de la vivienda, que eventualmente llegan a los mares. Estas micropartículas se incorporan en los múltiples niveles de la cadena alimentaria, como el plancton, los mariscos, los peces, las tortugas, las ballenas o las aves marinas y playas, generando de manera directa e indirecta impactos ecológicos, sanitarios y socioeconómicos.
Actualmente, múltiples investigaciones demuestran la existencia de microplásticos en sedimentos, playas, columnas de agua y áreas oceánicas, organismos menores y mayores, e inclusive alimentos en supermercados; es innegable que los microplásticos representan un riesgo al ambiente, los organismos y la salud humana.
Ciertos plásticos de más grande tamaño ocasionan el deceso por asfixia o atragantamiento en animales marinos que los ingieren sin percatarse, esto hace que altere la calidad de las aguas, estas aguas son absorbidas por plantas y animales y, al final, llegan a la cadena alimentaria humana por medio de los alimentos que consumimos.
La contaminación plástica representa una de las amenazas globales recientes, además de que está considerada como uno de los indicadores más destacados para evaluar el efecto de la sociedad humana en el medio ambiente. Gracias a su alta demanda, uso y mala gestión de residuos, los plásticos se acumulan y fragmentan en los ecosistemas de todo el mundo.
La utilización del plástico es insostenible y es un claro ejemplo de los impactos de la cultura de utilizar y tirar. Dicho esto se debe ir al origen del problema y, en primera instancia, minimizar la proporción de plástico que se pone en circulación y, en segunda, apostar por la reutilización. La contaminación plástica es una tendencia creciente que no puede más que incrementar el estrés ambiental, por consiguiente, es imperativo incrementar la conciencia pública y descubrir soluciones idóneas para definir las fuentes y las descargas de microplásticos en el medio marino.
Aún quedan varios vacíos científicos, sociales y legislativos que colmar. La investigación científica es el primer paso para lograr abordar el problema y detectar soluciones.
Escrito por Arely Quintero, practicante profesional en Grupo PROMESA
REFERENCIAS:
- Plásticos y microplásticos en agua, un problema mundial que afecta nuestros sistemas acuáticos. (s. f.). Dialnet. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6999161
- Propuesta de proceso verde aplicado al aprovechamiento de residuos y transformación de micro plásticos. (s. f.). Biblioteca Digital Minerva. https://repository.ean.edu.co/handle/10882/10894
- Presencia de microplásticos en aguas y su potencial impacto en la salud pública (s. f.). SciELO – Saúde Pública. https://www.scielosp.org/article/resp/2019.v93/e201908064/.
- Ramos Munera, Alberto. (2021, 8 de octubre). Exposición a microplásticos. Efectos sobre la salud y el medio ambiente. RiuNet repositorio UPV. https://riunet.upv.es/handle/10251/174290