Transformación de espacios por especies exóticas y nativas

La expansión de las ciudades y de las actividades humanas dentro de los países en desarrollo han modificado parte de sus paisajes, generando la pérdida parcial o total de la biodiversidad de especies endémicas de dichos lugares. En México y en la Ciudad de México especialmente, el cambio de uso de suelo y de cobertura vegetal ha sido muy notorio e intenso en las zonas periféricas, en las cuales existe mayor población. 

Con el paso de los años el paisaje de la Ciudad de México ha cambiado sus tonalidades verdosas a grises; además, se ha intensificado el uso de especies invasoras y exóticas en los pequeños espacios que aún quedan por salvar, causando daños físicos y químicos en el suelo y en el agua, de esta manera se modifica el ambiente provocando el declive y la extinción de las especies nativas.

Especies nativas vs. Especies exóticas

Las especies nativas pertenecen a un área de distribución natural de acuerdo con su potencial de dispersión natural, estas especies tienen relaciones evolutivas y ecológicas con otras que se han encontrado en el mismo espacio durante mucho tiempo. Algunas especies nativas se ven en grave peligro por la alteración de su hábitat natural al encontrarse en un mismo espacio con las especies exóticas. En todo el territorio mexicano encontramos alrededor de 107 especies endémicas de encinos, 40 especies endémicas de pinos, 41 especies endémicas de cícadas y el 72% de cactáceas endémicas.

En el valle de México podemos encontrar algunas especies exóticas que han ganado terreno, despojando a las nativas por su gran capacidad de adaptación y alta tolerancia a condiciones adversas, algunas de las especies que podemos observar comúnmente son: Jacarandas (Jacaranda mimosifolia) proveniente de América del sur; Eucalipto (Eucalyptus camaldulensis) proveniente de Australia; Palma canaria (Phoenix canariensis) proveniente de las Islas Canarias; Acacia negra (Acacia melanoxylon) proveniente de Australia; Ciruelo (Prunus domestica) proveniente de la región caucásica de Europa, etc.

Jacarandas, fotografía por Itzel Reyes

 Algunos de los efectos más notables de la introducción de flora exótica son:

  • Desaparición y alteración de otras especies
  • Hibridación con especies autóctonas parecidas
  • Transformación total y/o parcial de un ecosistema
  • Empobrecimiento del suelo y comunidades vegetales
  • Desplazamiento de flora y fauna
  • Afectación a las actividades económicas primarias al comprometer el suelo para la agricultura, la calidad del agua, y algunas especies acuáticas afectan la pesca continental

Algunos ejemplos de este fenómeno son las siguiente especies: Tabita (salvia greggii), Espinosilla (loeselia mexicana), Alcaparrito (senna multiglandulosa), etc.

Tabita, fotografía por Itzel Reyes

Lastimosamente, la introducción de especies exóticas viene acompañada, en muchas ocasiones, por la idea de que los espacios más lindos y vistosos deben de tener árboles y flores de colores. Aquellos espacios “más lindos” históricamente de la ciudad hacen uso de algunas especies exóticas que adornan dicho ambiente, manifestando un rechazo a lo nativo y a lo originario del país, hasta el punto de generar un discurso aspiracionista, una ciudad que busca verse como las ciudades europeas, que se encuentran en un contexto económico e histórico diferente al nuestro. 

El rescatar las especies nativas motiva a sentirse orgulloso de la biodiversidad de nuestro país, además, por si fuera poco las especies nativas forman parte de la identidad de algunos grupos poblacionales, los cuales se han encontrado con especies de flora y/o fauna que le dan un sentido de pertenencia al espacio en el que residen.

Ahuehuete “Árbol del Tule”, imagen extraída de masdemx.com

El despoblamiento de especies exóticas y la introducción de especies nativas es un ejercicio que se debe de llevar a cabo desde los tres niveles de gobierno hasta los usuarios que coexisten con la naturaleza. Ya que la urbanización sigue en expansión y los espacios verdes disminuyendo, es importante que los que existen se mantengan con especies nativas para que sirvan como amortiguadores climáticos y jardines polinizadores para la conservación del ecosistema.

Abejorro polinizando Salvia eleagans, fotografía por Itzel Reyes

Escrito por: Itzel Reyes, coordinadora de programas forestales de Grupo PROMESA.


Referencias:

CONABIO, (2020). Sistema de Información sobre especies Invasoras. Disponibles en: https://www.biodiversidad.gob.mx/especies/Invasoras/impactos

NATURALISTA, (s.f.). Arboles comunes de la ciudad de México. Disponibles en: https://www.naturalista.mx/guides/341?page=1