Escrito por: Ana Karen Angón Rodríguez, Gestora de Contenido Ambiental en Grupo PROMESA.
En la búsqueda constante de soluciones sostenibles, el proceso de reciclaje de las cápsulas de café y otras bebidas de Dolce Gusto ha surgido como un ejemplo destacado de cómo convertir residuos en recursos valiosos. Aquí te explicamos cómo funciona este proceso paso a paso:
- 1. Colección selectiva: las cápsulas de café Dolce Gusto vacías se recolectan de manera selectiva en contenedores específicos o, a través de programas de recogida designados. Este paso es crucial para asegurar que estas pequeñas cápsulas de café no se mezclen con los residuos comunes.
- 2. Transporte a Recicley: una vez recolectadas, las cápsulas se envían a una instalación de reciclaje especializada llamada Recicley. Aquí es donde comienza la verdadera transformación.
- 3. Molienda y separación: en Recicley, las cápsulas se someten a un proceso de molienda, convirtiéndolas en pequeños fragmentos que son separados de los residuos orgánicos. Estos residuos orgánicos tienen un destino sostenible: se utilizan para crear composta, contribuyendo a la mejora del suelo y la reducción de residuos orgánicos en vertederos.
- 4. Transformación inorgánica: ahora, centrémonos en los residuos inorgánicos, los cuales se envían a una instalación especializada llamada PLACOVE; aquí, es donde algo verdaderamente sorprendente ocurre. Los residuos inorgánicos se transforman en láminas aglomeradas con características similares a las de la madera sintética.
- 5. Características especiales: estas láminas aglomeradas se fabrican a partir de una mezcla de plástico y aluminio, y su proceso de fabricación no involucra resinas fenólicas, que son conocidas por su alto impacto ambiental. En cambio, se compactan mediante termo compresión del componente plástico, un enfoque mucho más sostenible.
- 6. Durabilidad y características: el resultado es un material resistente a la humedad, que además presenta propiedades termo-acústicas. Estas láminas aglomeradas tienen la capacidad de soportar condiciones adversas y proporcionar un aislamiento eficiente, todo sin el uso de resinas fenólicas dañinas.
Este proceso ejemplifica cómo una marca líder como Dolce Gusto está tomando medidas importantes para reducir su huella ambiental. Al transformar sus cápsulas en recursos valiosos, no solo se evita que terminen en vertederos, sino que se crean nuevos materiales que pueden utilizarse en una variedad de aplicaciones.