El inframundo que existe en la sobremesa

Escrito por: Gabriela García de Alba Gutiérrez, Dirección General de PYATZ.

¿Has reflexionado sobre los procesos que las cocinas, particulares o de restaurantes, deben implementar al terminar de comer? Quizá no habías reparado en detalle todo lo que ocurre con los residuos y utensilios, en menor o mayor escala, mientras hacemos la sobre mesa.

Hoy en día, las tendencias gastronómicas aplauden a los restaurantes que promueven el uso de alimentos que permiten llevar un estilo de vida saludable, o que inclusive ofrecen empaques biodegradables que cuidan el medio ambiente. Pero damos por hecho que implementan buenas prácticas con los residuos sólidos y líquidos que generan a diario. 

El inframundo que existe detrás de la implementación de buenas prácticas para el lavado de trastes y ollas con comida aún adherida, además del desecho de residuos orgánicos e inorgánicos en sus respectivos contenedores, está en manos de garroteros y lavaloza.

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Quizá pienses que esto es muy exagerado, pero de acuerdo con la Norma Ambiental 012 vigente en CDMX: 

Uno de los principales problemas de contaminación del agua, está dado por la descarga de grasas y aceites de origen animal y/o vegetal residuales a la infraestructura de drenaje. Estos residuos al mezclarse con restos de detergentes y jabones, llegan a generar “piedras de grasa” capaces de obstruir tuberías y colectores que al acumularse provocan derrames e inundaciones, propiciando así, malos olores, proliferación de fauna nociva, condiciones que incrementan el riesgo sanitario y ambiental; causando afectaciones a la movilidad vial y en algunos casos daños al patrimonio de los habitantes. Situación que se traduce en un aumento en los costos de mantenimiento y operación del sistema de alcantarillado y dificulta el tratamiento de las aguas residuales.[1]

Recuerda, tú también eres de gran importancia para poder ofrecer una solución desde casa al:

  • Asegurar que ningún sólido, orgánico o inorgánico, llegue a la tarja… ni un pequeño arroz o pellejos de jitomate.
  • Esperar a que el aceite se enfríe y apartarlo en una botella de plástico para su correcta disposición en el camión de basura o empresas autorizadas para su disposición.
  • Limpiar los sartenes, utensilios o trastes con exceso de aceites y grasas con una servitoalla para evitar que todo esto se derrame en la tarja y quede impregnado en las tuberías. Recuerda que cuando estos se enfrían empiezan a formar costras que obstruyen las tuberías.
  • No usar de manera excesiva los jabones o detergentes y agua caliente para desaparecer la grasa, esta NO es la solución, lo único que provocarás es formar costras que no verás en el drenaje, pero que sí afectarán a muchos.
  • No depositar por ningún motivo los aceites en la tierra o cuerpos de agua, ya que son de muy baja biodegradabilidad y esto modifica las condiciones fisicoquímicas y biológicas, afectando la productividad, biodiversidad y servicios ecosistémicos de los ambientes.
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Y cuando salgas a comer a un restaurante, pregunta si en sus cocinas cuentan con trampas de grasa, separación de grasas y un correcto escamoche (separación de sólidos antes del proceso de lavado), sistemas bioenzimáticos que aceleren la degradación de grasas y disminuyan la carga orgánica que arrojan al drenaje; así como programas de mantenimiento preventivo que cuide la higiene y conservación de sus instalaciones y realcen la higiene del establecimiento. 

Esto podrá darte una idea de si implementan buenas prácticas que cuidan el medio ambiente mientras tú haces una rica digestión de los alimentos que acabas de consumir en sus instalaciones. Juntos podemos iniciar una tendencia de “CERO GRASAS Y ACEITES”.


Referencias:

[1] http://data.sedema.cdmx.gob.mx/sitios/conadf/documentos/NADF-012-AMBT-2015.pdf