La importancia de la educación ambiental en los niños

Escrito por: Stephany Carmona Líder de Innovación Educativa.

Alguna vez te has preguntado… ¿Por qué es importante que los niños tengan educación ambiental? 

Estamos en el mes de abril, y el último día de este mes en México celebramos el día del niño y la niña, el pretexto perfecto para analizar la importancia que tiene la educación ambiental para nuestras infancias. Comencemos por definir qué es educación ambiental, López (2003) nos dice que “La educación ambiental trata acerca de cómo podemos continuar el desarrollo del ambiente al mismo tiempo que se protege, preserva y conserva los sistemas de soporte vital del planeta en su desarrollo, consiste en reconocer valores y aclarar conceptos con objeto de fomentar y formar actitudes y aptitudes necesarias para comprender y apreciar las interrelaciones entre el hombre y su cultura y su medio biofísico, también entraña en la práctica la toma de decisiones y la propia elaboración de un código de comportamiento respecto a las cuestiones relacionadas con la calidad del ambiente”

Retomaremos algunos elementos de la definición de López para nuestro propósito. Comenzaremos diciendo que la infancia es ideal para construir aprendizajes, si bien, aprendemos a lo largo de toda la vida, es justo cuando somos niños que comenzamos a explorar nuestro entorno descubriendo el mundo a través de nuestros sentidos y cuestionándonos cosas simples pero fascinantes como: ¿por qué el pasto es verde?, ¿las plantitas sienten?, ¿por qué el agua del río se mantiene en movimiento?, etc.; es por ello que debemos aprovechar dicha curiosidad para fomentar en los niños actitudes y aptitudes que protejan, preserven y conserven el ambiente.

La educación ambiental busca responder con explicaciones científicas y otros saberes igual de valiosos (como los saberes ancestrales, comunitarios, entre otros) a las preguntas que nuestros niños se hagan para generar conocimientos, sin descuidar que los niños logren empatizar con el ambiente. Cuando a nuestros infantes les permitimos apreciar las interrelaciones entre el hombre, la cultura y su medio biofísico, es decir, cuando nos damos a la tarea de enseñar pacientemente que todo en nuestro planeta está conectado –incluyéndonos como humanidad lo hacemos partícipe de lo que sucede con su entorno.

Es importante que el niño se perciba como actor fundamental en esta cadena de conexiones que permiten el desarrollo de los sistemas de soporte vital del planeta; que se asuma como responsable del impacto ambiental que sus acciones de manera directa o indirecta están generando, pero el cómo también es un tema relevante a reflexionar, debemos apostar por nuevos enfoques, y desaprender el modelo educativo alarmista que se maneja actualmente para los adultos en el que si no nos advierten que vamos a morir si no nos interesamos por nuestro entorno.

Debemos buscar nuevas formas de enseñar al niño que él es incluso un pequeño fragmento de materia del universo; afortunadamente sus características cognitivas nos facilitan crear un vínculo simbiótico entre él y la naturaleza, es decir: “yo te cuido porque me permites existir y al cuidarte sé que me estoy cuidando a mí mismo”; algo que resulta más difícil en los adultos –pero no imposible– por las prácticas inadecuadas que ha llevado a cabo a lo largo de su vida presionado por su ritmo de vida o por desconocimiento de las consecuencias de sus actos. 

A pesar de ser responsabilidad sobre todo de nosotros como adultos el hacer un cambio por nuestro futuro en este planeta, no podemos prescindir de la educación ambiental para nuestras infancias, pues desde más temprana y orgánica sea la relación  entre niños-naturaleza más comunes serán las prácticas humanas impulsadas por decisiones basadas en valores que resguarden nuestro ambiente.

Cierro con la siguiente frase de John F. Kennedy “Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro”.

Fuente: La importancia de motivar a los niños a cuidar el medio ambiente